Hace muchos años los puertos y los ferrocarriles iban cogidos de la mano, sin embargo las redes portuarias han ido, bien disminuyendo la longitud de la red existente o simplemente han desaparecido, la razón al menos en España es evidente, la preponderante y casi monopolista utilización del transporte de carretera en lugar del ferroviario, algo que en los países de nuestro entorno no es tan acusado.
Bilbao sin embargo es un puerto con una terminal ferroviaria de importancia, algo de lo que dan fe la cantidad de locomotoras estacionadas esperando su turno de servicio.
Todo y que normalmente los puertos son zonas restringidas, íbamos andando y cuando nos dimos cuenta simplemente estábamos dentro, salir ya fue más problemático ya que lo hicimos por un sitio diferente donde estaba la guardia civil, cuando estábamos a 50 o 60 metros del control le dije a mi compañero que ni se le ocurriera parar para coger algo de la mochila, ya que me de había dado cuenta de que el agente se había puesto la mano sin disimulo alguno en la culata, y es que estamos hablando del año 2003, por suerte la cosa no pasó a mayores, después de preguntarnos de donde salíamos, le respondimos la verdad, que éramos aficionados al ferrocarril y que cuando nos dimos cuenta ya estábamos dentro, después del pertinente registro de mochilas, salimos a tomarnos una cervecita parte fatigados y parte aliviados.
2003
2003
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